Los cinco preceptos nos guían para vivir bien, con respeto a nosotros mismos y a los demás, tanto en una frágil y joven vida espiritual, como madura y sólida.
La traducción literal de los preceptos es:
~ Asumo la responsabilidad de aprender a abstenerme de dañar a los seres vivos.
~ Asumo la responsabilidad de aprender a abstenerme de coger lo que no me dan.
~ Asumo la responsabilidad de aprender a abstenerme de utilizar mal el placer sensual.
~ Asumo la responsabilidad de aprender a abstenerme de hablar sin pensar, o para tratar de herir a otros.
~ Asumo la responsabilidad de aprender a no caer en el estado de indolencia y descuido causado por el alcohol y las drogas.
Además de evitar estas tendencias dañinas, los preceptos nos pueden ayudar a cultivar cualidades beneficiosas
~ Protección a todos los seres vivos
~ Generosidad de corazón, mente y actos
~ Presencia suave en la vida sensual y sexual
~ Conversación amable y hábil
~ Estado de mente claro y alerta